Cuando escuchamos la palabra "moda", inmediatamente nos viene a la mente la ropa que está de moda y cómo la gente usa sus elecciones de atuendos para expresar su identidad. ¡Pero la moda es más que apariencia! Es una industria importante que puede tener un fuerte impacto en nuestro medio ambiente de varias maneras. La forma en que se fabrica nuestra ropa (dónde y por quién), qué material se utiliza y qué sucede con ella cuando ya no la usamos puede tener un gran impacto en nuestro planeta. Esto es algo importante que todos debemos comprender a medida que comenzamos a aprender a cuidar nuestro planeta.
Lo bueno es que algunas empresas como Bornature están trabajando muy duro para que la moda sea más respetuosa con el medio ambiente. Intentan fabricar prendas que no solo sean modernas, sino también respetuosas con el medio ambiente, lo que significa que sean buenas para el planeta. Para mí, una de las formas en que lo están haciendo es incorporando materiales específicos que podrían descomponerse con el tiempo, en lugar de quedarse en los vertederos durante cientos de años. Este es un gran paso hacia un planeta más saludable.
Los textiles biodegradables son uno de los componentes clave para una moda más sostenible. Se crean a partir de materiales biodegradables, como el bambú, el cáñamo y el algodón orgánico. Cuando ya no los necesitamos, pueden descomponerse y volver a la tierra sin contaminar el medio ambiente. Además, se fabrican sin productos químicos peligrosos que puedan quemarnos la piel; son seguros para nosotros y para el medio ambiente.
El bambú tiene muchas ventajas que lo convierten en una opción de ropa especialmente popular. Por ejemplo, la seda es naturalmente antibacteriana, lo que significa que no requiere lavarse tan a menudo como otros materiales, lo que permite ahorrar agua y energía. El bambú también tiene otra propiedad: es suave, transpirable e hipoalergénico, lo que lo hace ideal para personas con piel sensible o alergias.
Cada año se desechan millones de toneladas de ropa usada. Esto no solo supone un desperdicio de materiales, sino que también contribuye a la contaminación y a las emisiones de gases de efecto invernadero, que pueden ser perjudiciales para el planeta. La ropa fabricada con materiales no biodegradables tiene un largo tiempo de descomposición y, durante ese período, puede destruir el medio ambiente al liberar sustancias químicas nocivas.
Al usar ropa biodegradable y prendas fabricadas de manera ética, no solo contribuimos al bienestar de nuestro planeta, sino que también priorizamos nuestra propia salud. Muchos de estos textiles no son biodegradables y, a menudo, contienen sustancias químicas que se absorben a través de la piel. Estas sustancias también pueden ser irritantes para la piel, alérgenos e incluso causar afecciones más graves.
En comparación, los materiales biodegradables no tienen estos elementos peligrosos. Son seguros para nuestra salud y, además, son seguros para la salud de nuestro planeta”. Estamos fomentando un guardarropa más ecológico y saludable, que no solo nos queda bien a nosotros, sino que también es bueno para el mundo que nos rodea, al elegir usar ropa hecha con tejidos biodegradables.