¿Te has preguntado alguna vez qué le sucede a tu ropa y mantas cuando las tiras? Así que está claro que esta es una pregunta importante. Algunos tejidos como el algodón y la lana son biodegradables, lo que significa que eventualmente pueden descomponerse y regresar a la tierra. Pero otros tejidos, como el poliéster y el nailon, no se descomponen tan fácilmente. Estos son biodegradable non woven fabric y puede causar mucho daño al medio ambiente.
La mayor parte del tiempo, cuando las personas desechan telas no biodegradables, estas van a los vertederos. En un vertedero, la basura se entierra en el suelo. Es como un gran agujero lleno de basura. Una tela no biodegradable puede tardar mucho tiempo en descomponerse en un vertedero, a veces cientos de años. Mientras permanecen en el vertedero, emiten químicos tóxicos que se filtran en el suelo y se escapan al aire. Estos químicos pueden hacer que las plantas y animales circundantes sean peligrosos, algo de lo que todos deberíamos preocuparnos.
Los tejidos no biodegradables no solo dañan el medio ambiente en los vertederos. Cuando las personas tiran basura o lanzan cosas afuera, estos tejidos pueden llegar a la naturaleza. Pueden quedar atrapados en los árboles o en arroyos y ríos. Esto puede lastimar a la fauna silvestre y los ecosistemas, que son cruciales para mantener la salud y el equilibrio de nuestro planeta.
En este caso, un trozo de tela hacia el que vuela un pájaro corre el riesgo de quedarse atrapado y lastimarse. Esto puede hacerle difícil al pájaro buscar alimento o evitar depredadores, como gatos u otros pájaros. Si un pez nada hacia un pedazo de tela, puede quedar atrapado y morir. Esto puede impactar no solo al pez en sí, sino también todo el ecosistema del arroyo o río, que depende de todos los seres vivos trabajando juntos para sobrevivir.
De todos los productos textiles, aproximadamente el 60% son telas no biodegradables como el poliéster, que representan una seria amenaza para el futuro de nuestro planeta. Y a medida que más personas compran ropa y mantas hechas con estos materiales, se produce más residuo. Este desecho puede saturar los vertederos y dañar el medio ambiente. También puede afectar a la fauna y los ecosistemas, ambos esenciales para nuestra vida.
Los microplásticos son extremadamente perjudiciales para el medio ambiente. Pueden infiltrarse en el agua que bebemos y el aire que respiramos, lo cual es malo para nuestra salud. Los animales también pueden ingerirlos, lo que puede enfermarlos o incluso matarlos. Esta es una realidad terrible debido a que el daño no se limita a los animales, sino que también afecta a los seres humanos. Deberíamos buscar alternativas a las telas no biodegradables que generan contaminación por microplásticos.
Si todos pensamos en adherirnos a estos tejidos no biodegradables, entonces podemos salvar nuestro entorno de la contaminación y ahorrar mucho problema. Un ejemplo es el tejido de bambú. El bambú se refiere a una planta que crece mucho más rápido que los árboles, hasta dos pies al día. Se puede convertir en un tejido suave y duradero que es biodegradable, por lo que se descompondrá naturalmente. El tejido de bambú también es amigable con el medio ambiente porque la planta de bambú utiliza mucho menos agua y productos químicos dañinos que el algodón.